Bienvenida

Hola a todos:

Este blog es un espacio para el intercambio de los alumnos de Taller de Expresión I de la cátedra Reale.Aquí va una cita de Umberto Eco para iniciar nuestra aula virtual.

"Cuando un escritor dice que ha trabajado impulsado por la inspiración, miente".
Estela

lunes, 21 de junio de 2010

MIÉRCOLES 23 DE JUNIO

Les confirmo que el próximo miércoles 23 de junio es la entrega de carpetas con los trabajos del primer cuatrimestre.
Saludos.
Estela

sábado, 5 de junio de 2010

MONÓLOGO DE RICARDO FORT

Casi todos piensan que es muy fácil ser Ricardo Fort y por eso hablan de todo lo
que harían si tuvieran una vida como la mía, pero la realidad es que no tienen ni las más mínima idea de lo pesado que es cargar con mi apellido: es muy difícil ser yo.

Las frases que comentan permanentemente son variadas pero siempre aburridas y poco originales. La que más me enoja es la que escucho más seguido: “Este tipo sí que no tiene ningún problema”.¡Cómo se equivocan! Podría sentarme horas y horas a contarles las complicaciones con las que convivo a diario.

Sin ir más lejos, el último granizo me encontró paseando con mi Mini Cooper 2009,
el viejito, por la zona de San Isidro y se me rayó todo. No me quedó otra que levantarme más temprano al día siguiente, a eso de las doce y media del mediodía, para ir a la concesionaria a elegir otro. Pero como si no fuera lo suficientemente trágico, los problemas no acabaron ahí. Había dos autos que me gustaban: uno por el modelo y otro por el color. Sin embargo, en esa situación sí que preferí invertir en salud y ahorrarme el estresante momento de tomar semejante decisión: compré los dos.

Yo entiendo que cosas así le pasaron a más de uno, pero no todos tienen que lidiar a diario con la multitud de periodistas ineptos que no tienen nada que hacer y se divierten haciendo todo tipo de chistes fáciles en torno a mi familia y mi apellido. Por ejemplo, esos ignorantes que me andan relacionando con un primo que se llama Roque. A esos les diría que por lo menos yo soy de la familia de los quesos, que son mucho menos grasa que la de ellos, que son unos salames.

Como si no fuera poco con los periodistas, tengo que soportar que me pongan imitadores de cuarta con esos físicos truchos que no se asemejan al mío en lo más mínimo; por el contrario, la mayoría dan la sensación de que se comieron la fábrica de chocolates entera, con Willy Wonka adentro y todo. Les marcan con un marcador los abdominales y piensan que ya son iguales a mi. ¡Qué insulto a mis trabajadísimos músculos! Si me hubieran dicho que tendría tanta aceptación marcando cuatro rayas locas en mi panza no me hubiera gastado los millones que gasté en cirugías y los hubiera invertido en algo más coherente como en mi catorceavo yate o en un psicólogo más para mis peces.

Además, si bien soy conciente de que gracias a la empresa de chocolates tengo lo que tengo, juro que todavía me pregunto por qué no se le ocurrió a mi familia fabricar clavos, sillas o cualquier otra cosa. No es que no me gusten las golosinas pero eligieron un producto con el cual es muy sencillo para cualquiera relacionar a mi apellido para todo tipo de comparaciones y metáforas. Por ahora estoy resignando uno de mis grandes sueños para no dejarles el chiste en bandeja: comprarme un submarino.

Sin embargo yo sé que van a seguir hablando porque tienen envidia de algo que tengo yo y nadie más. No es por la mansión, la tarjeta dorada, mi lomo, mi encantadora voz, mi chica, mis gatos o por mi Mini Cooper. No, yo tengo muy en claro que lo que despierta en todos ese odio tan incontrolable, es la colección entera de los muñequitos Jack que tengo guardada en la caja fuerte más segura.

ANGIE SAMMARTINO